¿Cómo superar los grandes tabúes sexuales que existen en la sociedad?
Los tabúes sexuales que tenemos son el mayor impedimento en nuestras relaciones sociales y a la hora de disfrutar libremente del sexo con la pareja. Debemos saber y tener en cuenta que cada uno en su intimidad, puede hacer lo que considere o estime oportuno, siempre y cuando con seguridad y sin que perjudicar a nadie. El problema se presenta cuando es que muchas personas se ven limitadas por sus miedos, incertidumbres, inseguridades y prejuicios que al final convierten su vida sexual es algo simple, rutinario, aburrido y reprimido.
La gran mayoría de nuestros tabúes sexuales, por no decir todos, están dentro de nuestra imaginación y de nuestra mente, y somos nosotros los que debemos cambiarlos. Algunos de ellos nos costarán más, otros mucho menos, pero nada es para siempre si estamos dispuestos ha romperlos.
Puede que la gran mayoría de los tabúes sexuales arraigados se pueden deber a la educación recibida o a lo que nos han inculcado con todo lo referente al sexo. Es por este motivo que el primer paso es querer superarlo y entender que la sexualidad humana, el sexo, es natural, es una necesidad más como comer, dormir o beber agua. Provoca placer y permite estrechar la unión entre las personas de una forma natural y especial.
No debemos ver el sexo como una cosa de animales, ni exclusivamente para la procreación. No es algo deplorable ni vas a ser más respetable por no practicarlo. Deja de lado las ideas negativas y preconcebidas, la falsa moral sexual y vive con plenitud las relaciones con tu pareja.
Comunica a tu pareja aquello que más te excita, qué te gustaría experimentar, y si ambos estáis conformes y os apetece disfrutar de la fantasía planteada, adelante. Dejad fuera las trabas mentales y vivid experiencias nuevas que el cuerpo os pida. De lo contrario, os terminaréis arrepintiendo de lo no realizado, más que de lo realizado y que no haya sido lo más satisfactorio, pudiendo llegar a la ruptura de la pareja.
En las relaciones, haz y déjate hacer. Pide y déjate pedir. No tiene nada malo sugerir a la pareja aquello que a uno le gusta en la cama, disfrutar plenamente de esa sensación y ver el cielo, las estrellas y la luna en todas sus fases. Llegar a una realción sexual plena con tu pareja es lo más importante.
Olvídate del qué dirán. Si tu pareja no lo entiende y no consigues hacérselo entender, quizás no sea la persona más adecuada para tener a tu lado. Cuando hablamos de casos muy extremos de tabúes sexuales, la masturbación ha de ser su primera terapia para conocerse y explorarse a sí mismo. Esto ha sido considerado durante siglos como una conducta sexual depravada, desviada y equivocada pero es hora de dejar de lado estas ideas absurdas que tanto tiempo llevan haciendo daño a nuestra sociedad.
No existe miedo, no existe temor, no existen complejos, no hay timidez. Sólo debe haber ganas de disfrutar del sexo y de la relación de la pareja, de pasarlo bien y de sentir mucho placer. Eso es realmente lo importante. No se es una ninfómana ni un adicto al sexo por disfrutarlo plenamente, la negativo y que no debe pasar es reprimir las ganas de disfrutar del sexo y de la pareja, y no hacerlo por miedo a uno mismo y a los demás. Todo ello no tiene sentido en el mundo que vivimos ahora en plenitud.
Al principio puede complicado y tedioso, dependiendo de los ideales de cada persona, pero superar los tabúes sexuales de nuestra sociedad es posible y requiere de una importante voluntad de las personas implicadas, por cambiar la situación y de mantener la mente bien abierta a entender el sexo, las inquietudes y la naturalidad del placer bien sentido.
Para aquellas parejas que lo tengan mucho más complicado o arraigado, se puede visitar a un psicólogo o sexólogo para tratar su caso más personalmente y encontrar los mecanismos o herramientas que ayuden a, poco a poco, superarlo.
Además se puede ampliar la toma de contacto con la utilización de juguetes eróticos para superar tabúes; los vibradores, dildos invitan a normalizar las sensaciones negativas en el sexo, donde todo se volverá normal, excitante, placentero y totalmente satisfactorio para la pareja.
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