La estimulación sexual con hielo
En verano, con el sofocante calor, no hay nada mejor que tener relaciones sexuales con algo de fresquito. Podemos incluir un poco de hielo en nuestro sexo, convirtiendose en una muy buena idea para los preámbulos y los juegos eróticos y combatir la falta de líbido que muchas veces provocan las temperaturas tan altas.
El hielo en el sexo nos ofrece un innumerable sinfín de posibilidades de disfrutar del sexo con nuestra pareja, dándonos increibles sensaciones morbosas, excitantes y placenteras.
Para poder tener un juego sexual perfecto con hielo, debes prepararlo todo debidamente, ya que como el hielo se derrrite rápidamente, tendrás problemas y podrás mojar excesivamente la cama, por lo que te aconsejamos que pongas fundas a las sábanas y sobretodo tengas a mano una cubitera para intercambiar los cubitos de hielo y dejarlos de forma cómoda.
Una vez todo listo, prueba a meterte un hielo en la boca y dar un sensual y apasionado beso helado a tu pareja. Luego, pon el hielo en tu mano y disponte a recorrer muy lentamente las zonas más erógenas de su cuerpo. Eso sí, recuerda empezar por lugares como la nuca o las muñecas para que el primer contacto del cubito en su piel no sea tan brusco y pueda acostumbrarse poco a poco al frío. Una vez estimuladas esas zonas, ya puedes recrearte pasando el hielo por la columna, las nalgas y los muslos, completando así la ruta por la parte trasera del cuerpo.
Luego y continuando con los juegos de pareja y los preámbulos de tu relación sexual, ya en la parte delantera, puedes estimular los lóbulos de las orejas, las mejillas, el cuello y descender lentamente desde el pecho hasta los genitales, pasando en el camino por los pezones, el vientre y el ombligo. Para acabar tu recorrido, puedes enfriar tus labios y tu boca durante unos segundos con un cubito y luego probar a realizar una felación o un cunnilingus. El resultado será increíble... disfrutarás de sensaciones únicas y placenteras con tu pareja.
Por último, recuerda que también existen varios juguetes eróticos que ofrecen la excitante sensación que sólo el hielo es capaz de proporcionar. Hablamos, por ejemplo, de huevos vibradores congelables, cuyo mecanismo permite congelar agua en su interior, sumando así la placentera sensación del frío a la de sus intensas vibraciones. Otra opción muy interesante los dildos o penes de cristal, que puedes enfriar metiéndolo en el frigorífico o bañándolo con agua fría para disfrutar de sus sensuales curvas de forma mucho más refrescante.
Ya sabes, cuando el calor aprieta, ponle hielo a tus relaciones sexuales y disfruta de una forma muy placentera del sexo.
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